Este recubrimiento de suelo, que se ha hecho muy popular en los últimos años, se denomina “flotante” porque la tarima se coloca encima de una capa de aislante que evita hacer obras o picar el suelo. Además de esas ventajas, su instalación es muy rápida y se puede disfrutar inmediatamente.
Hay dos tipos de tarimas según el material que se utilice: la tarima de madera real y la tarima de madera sintética.
La madera sintética es más barata pero tiene mucha calidad. Además, es más recomendable instalarla en suelos donde hay más humedad, como en cocinas o baños.
En Tesesa trabajamos con la marca líder del mercado Quick Step, que fabrica suelos laminados de gran calidad.
Una de sus colecciones es la Quick Step Impressive, compuesta por suelos laminados de alta calidad que resisten al desgaste, a los arañazos y a la humedad. Si tienes niños o mascotas en casa, el deterioro que puede sufrir la tarima flotante es mayor y por eso es necesario colocar un material que tenga más capacidad de resistencia.
La tecnología que usan estas láminas se llama Hydro Seal, y está formada por un refuerzo impermeable que protege la lama de los líquidos. Como mencionábamos antes, para cocinas y baños es la opción más idónea.
Este recubrimiento se ha puesto de moda en los últimos tiempos por la comodidad, el estilo rústico y el calor que aporta a las viviendas. Sin embargo, necesita de mayores cuidados que otros suelos tradicionales de baldosas.
Con el poco cuidado durante los años, la madera se puede agrietar y abombar, lo que provoca que sea necesario cambiarlo de nuevo y gastar más dinero.
Para evitar esta situación tenemos varios consejos útiles y muy sencillos que puedes seguir a diario:
1. Usa un calzado adecuado: no es muy común en España quitarse los zapatos al entrar a casa, pero es la mejor forma de mantener libre de rozaduras la tarima. Las pisadas continuas y las posibles piedras incrustadas en las suelas deterioran la madera a largo plazo.
2. Pon detalle a la limpieza: no se debe limpiar la madera como se limpia una baldosa. La cantidad de agua debe ser muy baja y no puede dejarse secar al aire, porque esto causa humedades.
3. Fieltro para los muebles: pon un poco de fieltro en las patas de tus muebles y facilitarás su movimiento, transporte y además evitarás la rozaduras en la tarima.
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